Es raro estar sentada frente a la pantalla y no poder escribir algo medianamente coherente.
A lo largo del día experimento tantas sensaciones y me imagino describiéndolas en este medio. Pero no. No puedo interrumpir mis actividades y dedicarme a escribir, tengo que esperar a darme un tiempo libre. Entonces, llega la hora libre -como en estos momentos- y solo se me ocurre escribir sobre mi imposibilidad de escribir.
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