Una vez escuché que unx deja de escribir para empezar a vivir.
Que unx deja la t-e-o-r-í-a por la PRÁCTICA. Y compartía plenamente esto. Me parecía que al dejar la palabrería y los enredos textuales se permitía pasar de frente a la acción, a la generación de consecuencias.

¿Pero no será que eso no es del todo cierto? o sea, no es que unx deje de escribir, teorizar, reflexionar para hacer/actuar/transformar, sino que son procesos simultáneos.

No es que sea un floro, no es que yo sea floro. Ciertamente aseguraba que la abstracción en el mundo de las ideas no permitía materializar estas en acciones. Nada menos cierto. Ahora pienso que el ejercicio de la escritura permite que nuestras ideas, lo que pensamos o lo que nos atormenta, aterrice y sean una y mil veces analizadas, criticadas, compartidas y vomitadas. La escritura es ya una acción, una acción de desfogue, una acción transformadora, tal vez no para el mundo, pero sí para unx mismx.

Ya no creo que sea necesario dejar de escribir para empezar a vivir.
Se vive escribiendo, se vive, viviendo, pues.


Comentarios

Antonio dijo…
...se vive haciendo y la accion es lo que le da forma a la teoría, y la teoría lo que le da la forma a la acción, y así el "hacer" sigue avanzando...
Zeta dijo…
vivir sin pensar o pensar sin vivir? ese es el dilema ja...

cuando estaba en la calle 'viviendo' alguna experiencia, terminaba siendo una historia tan larga que ya me daba flojera escribirla...

y cuando no tenia nada que hacer, era cuando los pensamientos volvian a rondar esperando ser escritas... ahora q paro trabajando o ahciedno una q otra cosa ya ni tengo tiempo para 'pensar'.

claro, salvo una q otra cosa... aun escribo pero ya no tanto a manera de reflexion, solo resumo mis dias como para no olvidar...
♀ Nadya PR. dijo…
Yo tb hago eso, escribo para no olvidar :)

Con el post me refería a que muchas veces nos preocupamos por registrar todo eso -que por ejemplo tú vivías cuando estabas en la calle "viviendo"- y por prestar atención a escribir uno ya no lograba sentirlo (vivirlo).

escribir, sentir y vivir deben ir de la mano.

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