¿escribir en primera?

Regresando de comprar unas pepas, venía pensando en que siempre pienso en lo que me gustaría escribir; en historias que me gustaría contar (en este blog). Creo que tengo las mejores, sobre todo últimamente que siento estoy viviendo un montón de experiencias que no quisiera sean víctimas de mi memoria de pez. En fin. Venía pensando en eso y en que nunca me ha gustado escribir -en este blog- en primera persona. Siento que todo se pone muy personal, muy intrusivo, que me expongo demasiado y quien sabe por ahí se sepa más de mi de lo que yo quiera mostrar... cosa que generaría que no tuviera control de algunos asuntos. En fin.

Todo esto lo pienso porque el día de ayer caí de casualidad en el blog de una amiga (lo había leído antes pero no lo hacía desde hace mucho). En él me pude poner al día de toooodo lo que le había pasado en los dos últimos años. Vaya que cuenta cosas y vaya que escribe muy bien. Al parecer tenía varixs seguidores, pero luego por sus diversas ocupaciones dejó de escribir por un buen tiempo. Sin embargo, hace dos meses y debido a que su novia la dejó, ella ha vuelto y escribe describe todo su dolor, su impotencia, sus miedos y cómo tarda el proceso de olvido. Realmente creo que eso le hace bastante bien, es una manera de desfogar-se.

Luego recordé que cuando empecé a escribir este blog, hace como tres años, una de las motivaciones que tenía era algo parecida a la que tenía esta amiga. Necesitaba escribir para olvidar, para no dejar que mi sufrimiento hiciera conmigo lo que se le diera la gana y se largara, sin que antes me dejara escribir algo sobre él, y de esa manera, aprender a convivir un poco juntos. Es por eso que siento que cada vez que escribo lo hago enteramente para mi. Pienso que si alguien leyera esto -aunque sé que son pocos- no entendería mucho de lo que quiero decir. Nunca doy nombres ni pistas, ni lugares ni situaciones. Siento que le escribo al viento,a mis pensamientos, a mi memoria sublevada. Eso me gusta.

A veces me pongo a pensar en qué me tendría que pasar para que siga escribiendo. Resulta que mis tormentos/demonios/pendientes están solucionados. Por fin. Tuvo que pasar dos años y algo de seis meses para que sintiera este alivio en el alma, esta tierra húmeda luego de una gran día de lluvia. Eso me alegra. Sin embargo, y aunque parezca tonto, extraño a veces sentirme triste, sentirme desesperada, sentir que quiero morir y que ya nada tiene sentido. Lo escribo y me da risa, pero así me sentía. Ese cúmulo de sensaciones me permitía escribir, escribirme, escribirle... no sentirme sola ni atormentada con mis pensamientos y pesadillas. 

Sin querer esto se hizo más largo de lo que pensé, y sin querer también, conté algo bastante personal. Creo que voy a repensar la idea contar un poco de mi con el firme propósito de registrar todo lo vivido, todo lo pensado, y por sobre todo, lo soñado.

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