Cuando tener poder tiene sentido
El jueves pasado nos enteramos que sería el último día de trabajo de Henry, nuestro vigilante en el local de Operaciones. La noticia nos dejó consternados pues es un joven muy amable, colaborador y goza del cariño de todos los que trabajamos en esta sede. Lo que nos enteramos es que hace unos días había tenido un altercado con un joven del personal de limpieza porque este lo molestaba mucho por su dejo (origen selvático) y porque siempre se mostró tranquilo. Henry lo había golpeado luego de que el joven de limpieza le roseara el ambientador en la cara.No justificamos la violencia, pero sí se entiende que cualquier pierda la paciencia ante tantas agresiones. ¿El resultado? Henry despedido y el joven de limpieza impune pues fue él quien, astutamente, se quejó primero.Sin embargo la alegría y el sentimiento de justicia embargó mi corazón cuando al llegar al trabajo hoy me encontré con Henry en la puerta (:
Al parecer el correo que escribí, la presión que ejercí, la conversación con mi jefa y la jefa de la otra área dieron resultados. Es ahí cuando siento que el poder tiene sentido, cuando sirve para obrar por el bien y la justicia.
Al parecer el correo que escribí, la presión que ejercí, la conversación con mi jefa y la jefa de la otra área dieron resultados. Es ahí cuando siento que el poder tiene sentido, cuando sirve para obrar por el bien y la justicia.
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