dolores durezas
Ayer le dije algo muy duro a O. Le dije que no me parecía que recordará/honrara a sus abuelos (muertos). Lo dije con la naturalidad que me da el sentirme segura y amada por él. Lo dije, solo lo lancé sin pensar. No pensé que -nuevamente- mis palabras afectaran tanto. Creo que lo dije con la seguridad de que yo tenía a los míos conmigo.
Eso me lleva a otra reflexión. Todavía tengo a mis abuelitos y eso me hace sentir demasiado afortunada, pero también mi miedo crece día a día porque pienso que llegará el inevitable momento en el que ya no los tendré más. Es un dolor anticipado en el pecho que busco sortear con pendientes laborales y matrimoniales. Es un dolor que me niego a aceptar, que me niego a sentir.
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