Valentín
Hace mucho ke no escribía. Retomo entonces, el ejercicio.
El pasado domingo no fue uno de los típicos domingos familiares para mi. Los míos suelen ser realmente aburridos: sin salir de casa, en internet, sin ganas de hacer nada y con malestar si es que el día anterior me la pegué. Sucede que el 1ero de febrero no fue cualkiera pues este último, por el contrario, la pasé muy bien. Me re-encontré con un gran amigo.
Desde hace más o menos 5 años no conversaba con Valentín. Solíamos ser amigos desde la Pitagoras-pseduda academia pre universitaria- en donde estudiamos desde mediados del 2001 para poder postular a la 1era opción en la Católica. Ninguno ingreso -obvio!- pero los dos ganamos unx amigx. Por mi parte, Valentín era mi primer amigo varón -yo he estudiado los 11 años en un cole de monjas y de mujeres- por su parte creo q le agradó ke fuera bastante sencilla, graciosa y trankila (ja, ke tales flores)
Como dije, ninguno ingresó pero ambos persistimos. Decidimos cambiarnos de academia e ir a una institución más sería y que claro, nos garantice el ingreso. El verano del 2002 nos matriculamos en la Pamer de San Miguel pues a ambos nos kedaba cerca. Ahí sí ke empezó el martirio: entrar a las 7am, hacer tareas, esperar la llamada de la tutora a media tarde, sentir la presión de un ingreso fallido y el calor insoportable!. A veces Valentín y yo nos poníamos de acuerdo y su papá pasaba por la eskina de mi kasa y me jalaban para no llegar tarde. Los meses de verano fueron verdaderamente duros para ambos y se siguieron poniendo peor porque ninguno de los dos ingresó.
"¡Ustedes dos se salan!" nos dijo Carlos-Conchán -un amigo muy confianzudo y ke no postuló- Valentín y yo nos miramos: fácil ke sí, pensamos en nuestro interior y cada quien para sí. Después de las largas semanas con los consejos familiares, la decepción, el miedo y sin hablar con él, decidí matricularme en la ceprepuc. "Ahí no hay pierde, o ingresas o ingresas" me dijo mi papá. Asu mare, en la pre! tan caro!, pensé- Ya, al diablo. Ahora sí tengo ke hacerla. Valentín, por su lado, se volvió a matricular en la Pamer y se dedicó duro y parejo. Cuatro meses sin conversar, parecía q nos tomamos muy en serio lo de la "salada" porke ni nos vimos ni nada (en esas épocas no había celulares ni msn, además)
Debo decir ke mi paso por la Ceprepuc no fue malo. Me iba bien en los exámenes ke me llevarían al "ingreso directo" sin tener ke enfrentar el estresante exámen de admisión. Me mantenía dentro de las 70 vacantes. No recuerdo bien pero kreo q le llegué a contar ke era muy problable q ingresaze y ke teníamos ke asegurarnos de que él también lo hiciera. Lo ke sí recuerdo es ke le dije el día en ke tendría los resultados. Esa tarde dominguera fui sola -caminando, bordeando la PUCP, a ver mis resultados; en verdad ya sabía ke iba a ingresar (tendría q haberme sacado cero en el último exámen, cosa muy improblable-.)
"Nadya ingresó"
Recuerdo a mi Mami (abuelita materna) entrando corriendo con su huevo en una mano y siustijeras en la otra. "Ah! la uinversitaria! Y a ingresó, que bueno!" Toda mi familia materna en la sala felices por mi. Confieso ke la alegría de ver a todxs felices me embargó ke solo pude recordar a Valentín cuando llamó a mi casa y lo primero ke me dijo fue: "¿En ke puesto?". "Veinticinco".
"Ya lo sabía. Sabía ke ingresarías. Ahora me toca a mi"
El sábado siguiente Valentín ingresó.
*___________________________________________*
Asu, la intención de este post era contar mi encuentro con Valentín el domingo pasado. Contar ke vino para mi casa, nos pusimos al día -entre otras cosas ke yo tenía a Duait, mi nuevo boxer- y ke el tuvo en algún momento 3 perros en su casa. Luego nos fuimos a comer helados y conversamos sobre Jesus, la fe, el catolicismo, la elitización de la universidad, mi militancia feminista y política (www.accioncritica.blogsome.com), su chamba, nuestras carreras; y kreo ke lo ke más le sorprendió fueron mis piercings.
Y para cerrar la noche descubrí ke le empilan las moneditas, las makinitas: el Casino. Sí, ya tenía con kien ir a enviziarme :) (Yo descubrí ke le entraba al vicio en unos de mis viajes a Pucallpa).
Espero ke recuperemos esos 5 años. Gracias, Valentín.
Desde hace más o menos 5 años no conversaba con Valentín. Solíamos ser amigos desde la Pitagoras-pseduda academia pre universitaria- en donde estudiamos desde mediados del 2001 para poder postular a la 1era opción en la Católica. Ninguno ingreso -obvio!- pero los dos ganamos unx amigx. Por mi parte, Valentín era mi primer amigo varón -yo he estudiado los 11 años en un cole de monjas y de mujeres- por su parte creo q le agradó ke fuera bastante sencilla, graciosa y trankila (ja, ke tales flores)
Como dije, ninguno ingresó pero ambos persistimos. Decidimos cambiarnos de academia e ir a una institución más sería y que claro, nos garantice el ingreso. El verano del 2002 nos matriculamos en la Pamer de San Miguel pues a ambos nos kedaba cerca. Ahí sí ke empezó el martirio: entrar a las 7am, hacer tareas, esperar la llamada de la tutora a media tarde, sentir la presión de un ingreso fallido y el calor insoportable!. A veces Valentín y yo nos poníamos de acuerdo y su papá pasaba por la eskina de mi kasa y me jalaban para no llegar tarde. Los meses de verano fueron verdaderamente duros para ambos y se siguieron poniendo peor porque ninguno de los dos ingresó.
"¡Ustedes dos se salan!" nos dijo Carlos-Conchán -un amigo muy confianzudo y ke no postuló- Valentín y yo nos miramos: fácil ke sí, pensamos en nuestro interior y cada quien para sí. Después de las largas semanas con los consejos familiares, la decepción, el miedo y sin hablar con él, decidí matricularme en la ceprepuc. "Ahí no hay pierde, o ingresas o ingresas" me dijo mi papá. Asu mare, en la pre! tan caro!, pensé- Ya, al diablo. Ahora sí tengo ke hacerla. Valentín, por su lado, se volvió a matricular en la Pamer y se dedicó duro y parejo. Cuatro meses sin conversar, parecía q nos tomamos muy en serio lo de la "salada" porke ni nos vimos ni nada (en esas épocas no había celulares ni msn, además)
Debo decir ke mi paso por la Ceprepuc no fue malo. Me iba bien en los exámenes ke me llevarían al "ingreso directo" sin tener ke enfrentar el estresante exámen de admisión. Me mantenía dentro de las 70 vacantes. No recuerdo bien pero kreo q le llegué a contar ke era muy problable q ingresaze y ke teníamos ke asegurarnos de que él también lo hiciera. Lo ke sí recuerdo es ke le dije el día en ke tendría los resultados. Esa tarde dominguera fui sola -caminando, bordeando la PUCP, a ver mis resultados; en verdad ya sabía ke iba a ingresar (tendría q haberme sacado cero en el último exámen, cosa muy improblable-.)
"Nadya ingresó"
Recuerdo a mi Mami (abuelita materna) entrando corriendo con su huevo en una mano y siustijeras en la otra. "Ah! la uinversitaria! Y a ingresó, que bueno!" Toda mi familia materna en la sala felices por mi. Confieso ke la alegría de ver a todxs felices me embargó ke solo pude recordar a Valentín cuando llamó a mi casa y lo primero ke me dijo fue: "¿En ke puesto?". "Veinticinco".
"Ya lo sabía. Sabía ke ingresarías. Ahora me toca a mi"
El sábado siguiente Valentín ingresó.
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Asu, la intención de este post era contar mi encuentro con Valentín el domingo pasado. Contar ke vino para mi casa, nos pusimos al día -entre otras cosas ke yo tenía a Duait, mi nuevo boxer- y ke el tuvo en algún momento 3 perros en su casa. Luego nos fuimos a comer helados y conversamos sobre Jesus, la fe, el catolicismo, la elitización de la universidad, mi militancia feminista y política (www.accioncritica.blogsome.com), su chamba, nuestras carreras; y kreo ke lo ke más le sorprendió fueron mis piercings.
Y para cerrar la noche descubrí ke le empilan las moneditas, las makinitas: el Casino. Sí, ya tenía con kien ir a enviziarme :) (Yo descubrí ke le entraba al vicio en unos de mis viajes a Pucallpa).
Espero ke recuperemos esos 5 años. Gracias, Valentín.
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