[No, no hicieron el mismo esfuerzo]

1922. Nacía Victor Reyes Francisco en Tauca, Pallasca, Ancash. Mi abuelo materno.

1921. Nacía un señor en Lima, aparentemente. No lo conozco, lo único que sé de él lo se por su nieta, kien intenta biografiarlo y con la kual comparto mi clase.

K, comienza el relato sobre su abuelo contándonos que lo que más recuerda éste de su infancia es la gran casa que tenía él y su familia en un segundo piso, en lo que hoy es la Av. Emancipación. Nos contaba sobre la gran casa, como ésta se conectaba con una aledaña también de la familia. Tenía varios hermanos, una nana y su padre era dueño de grandes tierras al sur, en Ica. Luego, continúa el relato, el abuelito de niño iba de excursión con sus hermanos y su Nana a la plaza 2 de Mayo, todos de la mano. ¿Qué más? Hasta ahí me enkanta el relato, es como si lo estuviera viviendo, estoy conociendo parte de la historia deLima, de lo ke fue la oligarkía limeña, hoy de capa caída. Pero luego, K nos cuenta que en 1927 el niño-abuelito entro al 1er grado -porke en su época no existía el kindergarden- en el colegio Inmaculada. Dejé de escuchar...

Hace un par de semanas mi abuelito Víctor nos mostró a mi mamá y a mi sus cuadernos de primaria. Estaba realmente emocinado y nosotras también. ¡Qué hermosos dibujos! (antes no habían láminas) ¡qué letra tan bien dibujada! (escribían con pluma y en letras góticas) ¡qué orden! (no como el desorden de sus nietos). Luego me percaté de algo, tal vez mi abuelito era muy ordenado y tenía una letra tan linda porque era un poco mayor para estar estudiando en primaria. Es decir, a los 16 años uno ya tiene un mayor sentido de la responsabilidad y puede ser más pulcro y conciente. Sí, las labores en la chacra y con el ganado, no le permitieron estudiar de pekeño.

No podía esperar que K terminara su relato. Necesitaba hablar, decirlo, expresar la patada al cerebro que sentía... ¿pero cómo? No importa. Como siempre esta chica piensa más rápido de lo q puede procesar sus ideas y hablar!. No importa, levanté la mano. No importa y casi lloro. No importa y sentía q la estaba cagando. No importa y cómo los cursos sobre como escribir te hacen descubrir ke sí hubo gente que sabes que existe pero ke no te cruzas a menudo, gente de élite, gente "bien", gente que iba a kindergarden y que posiblemente su familia era una de las dueñas de Ica, de Lima o de parte del Perú. Y empecé y lo dije. Dije q mi abuelito a esa edad iba a la chacra, ayudaba en la casa, no había tiempo pa la escuela sino solo pal laburo. Que llevaba su ganado, sus terneritos, que ordeñaba a sus vacas, que alimentaba a los cerdos, que ayudaba con la leña, y no, no iba a la escuela, a la única escuelita del pueblo. Manifesté mi ¿indignación? bueno, manifesté mi sorpresa, mi no se ké de pensar que mi abuelo tuvo que esperar a los 16 años para estudiar la primaria.

Mientras el salón entero me miraba extrañado por lo enérgica que estaba, lo exaltada, lo ¿indignada? Una señora, no kualkier señora, la tia de K, la sobrina hija del abuelito, me dijo "pero los dos hicieron el mismo esfuerzo". Con la cara más imparcial ke pude le dije, "no kreo... no kreo" ¿Quizo justificar la jaula de oro en la que nació su tio, el abuelito? El abuelito no tuvo la culpa, lo sé, ni sus hijos, claro, ni fácil K. ¿La historia? ¿El conexto? ¿La Costa/Sierra/selva? No lo sé, pero no, no me parece justo.

Y no, no hicieron el mismo esfuerzo.